Pero esta vez las vacaciones partieron diferente, y la película elegida fue "Cinema Paradiso", una película italiana de fines de los 80. Y es que hace tiempo una película no me hacia tan feliz. Lejos de ser una comedia romántica, la película tiene ese toque de inocencia que a veces le hace falta a uno entre tanta teoría sesuda de la otredad. Esa inocencia dada no solo por el personaje infantil y su simplicidad al mirar la vida, sino que la inocencia también del pueblito italiano en medio de la nada, donde ver una película se convierte en todo un evento social. Es de esas películas que simplemente hacen bien. Así que si anda en un mal día, en que todo le parece negro, vea unos 10 minutos de "Cinema Paradiso" y recordará que la vida es mucho más simple de lo que uno la piensa. Y así es como el target de las vacaciones de invierno dejan de ser las comedias románticas de turno y se re dirigen hacia los clásicos que uno no puede dejar de ver.
Hoy me tocó "Good Bye, Lenin", que siempre había visto a pedacitos, y finalmente hoy vi completa. Me gustó, pero no me encantó. Es una película oscura, en todos los sentidos. Una fotografía lúgubre, quizá un modo de capturar la decadencia de la Alemania Oriental de aquel entonces. Una película que encierra una mentira oscura, llena de sombras y fantasmas del pasado (en todos los sentidos). No sé, quizá no era el día adecuado para tanta oscuridad. Ahora se viene "Schindler's List". Pañuelos y tripas preparados. A ver que tal nos va.
Y entre otras cosas, el cuentito ganó. Se fue al concurso de cuentos de la Universidad, y se ganó un premio. No fue ni un primer ni un segundo lugar, pero para ser el primero, la mención honrosa me viene bien (y sobre todo la publicación el próximo año). Ahora lo difícil es seguir escribiendo. Estamos trabajando para usted...