Y aunque grite a los cuatro vientos cuanto odio el 31 de diciembre y sus temidas 23.59, cuan insufrible es escuchar "Un año más" cada fin de año, aunque insista que es un día como cualquier otro, igual me conformo a ser un cliché. Igual me corté el pelo el último día del año en ese medio melodramático acto -bien de niñita vale decir- de dejar caer todo lo malo del año que se va, igual me hago un nuevo blog prometiéndome esta vez -esta sí que sí- darle continuidad, igual soy cuateloso al pensar cual será el track #1 del soundtrack del 2011 - porque no señores, Tommy Rey no cuenta. Igual. Igual me propongo propósitos. Tengo hasta fines de Febrero para terminar un cuento. Uno no más. No pido más. Y así por fin desligarme de mi maldito hábito de dejar todo lo que escribo a medias.
Pero hasta ahora, las cosas se ven prometedoras. El año partió con una de mis nuevas joyitas: Ellie Goulding y "Believe Me", seguida por la chica de las botas pequeñas y la siempre efectiva "Remedy". Y con un book club de por medio, se dice que la inspiración literaria sobrará (y entre medio aprovecharé de dármelas del book reviewer que no soy), y Jhumpa Lahiri ya da buenos presagios.
Y aunque crea que es lo mismo una y otra vez, que las cosas no cambian, bienvenido sea el 2011.
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